Este 24 de octubre celebramos en el restaurante Juan Carlos Ferrando, la cuarta cata del ciclo Catatando. Una cata muy especial, dirigida por Horacio Vasallo en representación de Tempos Vega Sicilia, que ha contado con una selección exclusiva de vinos del grupo de la cosecha 2019, todos elaborados con uva Tempranillo pero provenientes de distintas Denominaciones de Origen, lo que permitió una interesante comparación de estilos y terroirs.
La cata comenzó con una muestra de dos vinos bajo el proyecto Macán: Macán y Macán Clásico. Un proyecto que celebra su 15º aniversario y que es fruto de la colaboración entre dos grandes familias del vino: los Rothschild y los Álvarez (propietarios de Vega Sicilia).
Macán 2019 es la expresión de la potencia clásica de Rioja, con uvas procedentes de viñedos situados en las alturas de la Sierra de Cantabria. Macán Clásico 2019, por otro lado, proviene de la zona de la Sonsierra, con un respeto máximo hacia la fruta, refinado con una crianza en roble francés y americano, que le aporta elegancia y estructura.
El siguiente vino fue Alion 2019, una joya de la Ribera del Duero que combina uvas de diferentes zonas, como Roa, Aranda, Peñafiel y Valbuena. Un vino complejo que equilibra perfectamente las características de los distintos suelos y climas de la región. Su fermentación en depósitos de hormigón permite preservar la frescura de la fruta, mientras que el roble le aporta profundidad y longevidad.
Continuamos con Pintia 2019, procedente de la DO Toro. Aquí, Horacio destacó el carácter único de los suelos pedregosos de Toro, conocidos por su capacidad para retener el calor. Pintia ha evolucionado notablemente en los últimos años, siendo un vino poderoso pero pulido, donde la fruta madura se combina a la perfección con las notas de roble, aportando una elegancia poco habitual en esta denominación.
A continuación, se presentó Valbuena 5º 2019, considerado el «hermano pequeño» del icónico Vega Sicilia Único, pero con una identidad propia que ha alcanzado una calidad extraordinaria. Elaborado en su mayoría con Tempranillo y un pequeño porcentaje de Merlot (3%), Valbuena 5º ofrece una frescura única, lograda gracias a un largo proceso de crianza que comienza en grandes tinas de madera y culmina con una estancia en barrica y botella antes de salir al mercado.
La cata cerró con una nota dulce, gracias al Oremus Tokaji Late Harvest 2019, un vino elaborado en la histórica región de Tokaj, en Hungría. Este vino destaca por el uso de uvas afectadas por botritis, un hongo que deshidrata la uva y concentra sus azúcares. Las condiciones climáticas de la región, con noches frías y húmedas y días soleados, son perfectas para este fenómeno. El resultado es un vino dulce equilibrado, con una acidez refrescante y una profundidad compleja, ideal como preludio a los más complejos vinos Aszú de la bodega Oremus.
Tras la cata, Juan Carlos Ferrando ofreció una cena exquisita en la que se sirvieron dos vinos más. Primero, el blanco Mandolás, un vino húngaro 100% Furmint que ofreció una interesante combinación de notas de flor blanca, fruta de hueso como el albaricoque y una mineralidad vibrante. Luego, un Macán 2018 en formato magnum mostró su capacidad de envejecimiento, revelando una evolución constante que garantiza niveles de calidad altísimos año tras año.
Catatar es disfrutar y emocionar, y eso es lo que consiguió esta cata horizontal única que nos permitió explorar la diversidad de estilos de Tempos Vega Sicilia, todos de la misma añada y con la uva Tempranillo como hilo conductor, pero con interpretaciones singulares según la denominación de origen: Rioja, Toro, Ribera del Duero y Tokaj. Esta experiencia subrayó cómo una sola variedad de uva puede ofrecer resultados tan variados y sorprendentes en función del suelo, el clima y la técnica de elaboración, algo que Tempos Vega Sicilia ha sabido interpretar a la perfección en cada una de sus bodegas.